La actuación de las hormonas de forma conjunta nos permite
conseguir una adaptación fisiológica. Mantener al nivel correcto todas las
variables del cuerpo: homeostasis (equilibrio).
Si nos faltase una hormona, todos los procesos que ésta
regulaba estarían alterados. El organismo actuaría como si la ausencia de esta
hormona fuese el resultado de la falta de aquello que hacía que fuese
secretada*, y así, actúa en consecuencia – de forma correcta –, pero su
actuación agrava aún más el problema (incrementa el desequilibrio, nos alejamos
de la homeostasis).
Trataremos más a fondo el caso de la falta de una hormona.
En este caso, de la falta de insulina.
La carencia de la hormona insulina desencadena una
enfermedad (situación patológica) que es la diabetes.
*La presencia de glucosa (azúcar) en la sangre, estimula la secreción de insulina, indicando al organismo que hay alimento en éste y facilitando la captación de este azúcar por los tejidos. La falta de insulina es interpretada como "falta de comida", además, los tejidos no pueden captar esa glucosa circulante, lo cual produce dos cosas: hace que el organismo active mecanismos para afrontar un ayuno (puesto que cree que no hay "comida") y crea una hiperglucemia (exceso de azúcar en sangre), puesto que no recoge la que ya hay y encima crea más.
*La presencia de glucosa (azúcar) en la sangre, estimula la secreción de insulina, indicando al organismo que hay alimento en éste y facilitando la captación de este azúcar por los tejidos. La falta de insulina es interpretada como "falta de comida", además, los tejidos no pueden captar esa glucosa circulante, lo cual produce dos cosas: hace que el organismo active mecanismos para afrontar un ayuno (puesto que cree que no hay "comida") y crea una hiperglucemia (exceso de azúcar en sangre), puesto que no recoge la que ya hay y encima crea más.
Hay 3 tipos de diabetes: Diabetes de tipo I, diabetes de
tipo II y diabetes gestacional. Hablaremos detalladamente de la diabetes tipo I
aunque comentaremos muy por encima los otros dos tipos de diabetes.
Diabetes tipo I
La diabetes tipo I se da como consecuencia de un fallo
pancreático que impide la liberación o la producción de insulina. La consecuencia de este fallo es que no tendremos nunca insulina en sangre. Es lo
que denominamos una “enfermedad limpia”: falla la hormona (otro caso de
enfermedad limpia sería un fallo en el receptor de la insulina).
La diabetes de tipo I es una enfermedad que tiene cierta predisposición genética,
y por eso aparece a edades tempranas (infancia o cuando se da el cambio
hormonal en la adolescencia, 10-15 años).
La única solución de esta patología es la administración de
forma artificial (inyectada) de insulina. Los individuos tienen una dependencia
total de insulina.
Diabetes de tipo
II
Es la diabetes más abundante en nuestra sociedad y la que
está presentando un incremento en estos últimos años.
Esta diabetes se da como resultado de una pérdida de la
sensibilidad a la insulina por parte de las células de los tejidos que antes
respondían a esta hormona (fallo sistémico). Es decir, la hormona se secreta de
forma normal, los receptores se expresan de forma normal pero la cascada intracelular que debe sucederse luego
de la activación del receptor de la insulina no sucede de forma normal. No es
una enfermedad limpia.
Las células no responden a la insulina a pesar de que ésta sí que está presente.
Es te tipo de diabetes se presenta normalmente en personas de
edad avanzada (a partir de los 50 años) pero en la actualidad cada vez se están
dando casos en los que se presenta antes (incluso hay niños en primaria con
diabetes de tipo II).
¿Por qué?
Se sabe que la diabetes de tipo II está ligada a la
obesidad, pero no se sabe si es la obesidad la que desencadena la diabetes o si
es la diabetes la que desencadena la obesidad o si es que hay un tercer factor
que tiene como consecuencia las dos cosas (diabetes y obesidad).
Por tanto, como el fallo no es una falta de insulina ni un
fallo en el receptor, la solución a esta diabetes es independiente de la
insulina (no requiere suministración de insulina). Se han de hacer terapias
alternativas. Estas terapias no las explicaremos porque esta enfermedad
presenta un cuadro más complejo: tenemos un síndrome metabólico, un individuo
con obesidad mórbida, con diabetes y normalmente también fallos tiroideos, con
lo cual, hay demasiadas cosas a tener en cuenta.
Diabetes gestacional
Es una diabetes producida en el embarazo cuando el mecanismo
que tiene como finalidad la de alimentar al feto en sus últimos meses de
desarrollo se “excede”. Es decir, la diabetes gestacional no se presenta en
todos los embarazos.
La madre se hace “cuasi diabética” pero no lo es del todo
en una situación normal. A veces, sí se hace diabética, lo cual es una
situación patológica.
El proceso normal es el siguiente: durante los 3 últimos
meses de embarazo la madre no ha de coger glucosa para sus tejidos (coge muy
poca), ha de dejarla pasar para que llegue al feto y éste crezca de forma
exponencial. Así, la madre desarrolla un mecanismo para hacerse insensible a la
insulina en este periodo de tiempo (es una diabetes parecida a la diabetes de
tipo II).
¿Cómo sobrevive la madre entonces?
Durante los 6 primeros meses la madre crea reservas
lipídicas (engorda) debido a que se activa un mecanismo que hace que ésta sea
hiperinsulinémica. Después, como ya habíamos dicho, la madre desarrolla un
mecanismo para insensibilizarse a la insulina, aunque no del todo (se hace
“cuasi diabética”) y ella se va alimentando en parte de la glucosa que puede
captar (muy poca) y en parte (la mayoría) al movilizar las reservas lipídicas.
Si en este período la madre desarrolla diabetes gestacional
(se insensibiliza más de lo que debería), esta mujer presentará niveles
elevados de azúcar en sangre, lo cual puede ser peligroso.
Normalmente, se haya dado la diabetes o no, la
insensibilidad a la insulina desaparece después del parto o sino durante la
lactancia del bebé. Sino, la madre desarrollaría una diabetes de tipo II (ahora
sí sería diabetes de tipo II).
DIABETES DE TIPO I
Cuadro clínico que
presentaría un individuo con diabetes de tipo I no tratado
Síntomas tempranos de esta patología:
- * Consunción física: adelgazamiento extremo
- * Polifagia: hambre acusada que resulta con una
ingesta excesiva
- * Polidipsia: abundante consumo de agua
- * Poliuria: abundante producción de orina (los
griegos decían que la diabetes era una enfermedad que hacía que “la carne se
convirtiera en agua” = adelgazamiento + numerosas visitas al baño). Además,
esta orina es rica en glucosa
Datos a destacar en una analítica de un diabético tipo I:
-
Presenta hiperglucemia post-absortiva. Un
individuo diabético en la fase post-absortiva (fase II) en la que debería
presentar normoglucemia en sangre (niveles de 5 mM) presenta una clara
hiperglucemia (6 mM o más). En estos casos se mira si este procesamiento del
azúcar a una menor velocidad es debida o no a la falta de insulina (¿Este
individuo produce insulina de forma normal?)
-
Test de tolerancia oral a la glucosa (OGTT).
En este test se suministra a un individuo unos 70g de glucosa disueltos en agua
por vía oral (“pelotazo de azúcar”) para mirar de qué manera evolucionan los
niveles de glucosa en sangre. Un individuo normal después de ingerir semejante cantidad de azúcar, como respuesta a eso, segregaría muchísima insulina, lo
cual, resultaría con el restablecimiento de la normoglucemia (5mM de glucosa en sangre) al cabo de 1 hora
o 1:30 h. En cambio, un individuo diabético de tipo I como no puede secretar de
forma normal la insulina, aún habiendo pasado 3 horas todavía presentará una
clara hiperglucemia (no volverá a los niveles de 5 mM hasta las 4 horas
aproximadamente).
-
Test de glucosuria. Un individuo normal
no pierde (casi nada) de glucosa con la orina, como mucho una molécula o dos.
Un individuo diabético presenta una clara glucosuria. El hecho que se de la
glucosuria sólo puede significar dos cosas: que haya un problema renal con la
recaptación de glucosa o que haya un fallo metabólico
más generalizado (diabetes).
La diabetes no tratada puede causar complicaciones
circulatorias y neurológicas.
Complicaciones
circulatorias
Unos niveles de glucosa permanentemente más elevados de lo
normal (porque como los niveles de glucosa en sangre tardan mucho en volver a
ser normales y el individuo come antes de que esto suceda) hacen que se
incremente la densidad de la sangre (incremento de la densidad como
consecuencia de una hiperglucemia crónica, hiperglucemia sostenida).
Si la sangre es más densa, el corazón debe gastar más
energía para bombearla correctamente por todo el cuerpo. Un mayor gasto por
parte del corazón supone una disminución de la durabilidad de este órgano.
Además, si la sangre es más densa hay problemas
microcirculatorios: las venas grandes pueden soportar que una sangre más densa
circule a través de ellas, pero las venas pequeñas (capilares) no y acaban
reventando. La interrupción del paso final de la sangre produce estas
complicaciones: ceguera, gangrena (sobretodo en dedos).
También se producen complicaciones macrocirculatorias debido
a que por falta de insulina, el organismo no puede utilizar bien la glucosa (no
capta una cantidad suficiente). Para compensar este hecho. La falta de glucosa
en los tejidos, el organismo responde a la falta de insulina como si estuviera
en una situación de ayuno. Por ello se movilizan las grasas à sangre hiperlipídica
(incrementan las lipoproteínas circulantes: VLDL, Qm, LDL y remanentes de
quilomicrón). Estos dos últimos son los que provocan arteriosclerosis (=
complicaciones macrocirculatorias = arterias y venas grandes se ven afectadas).
Complicaciones
neurológicas
Un individuo diabético no tratado puede llegar a sufrir un
coma: (1) coma diabético por falta de insulina, o, si se está tratando: (2) un
coma hipoglucémico por exceso de insulina.
(1) El coma diabético
es producido por una acidosis metabólica
producida por la producción de un exceso de cuerpos cetónicos.
¿Por qué?
Ante la falta de insulina (normalmente “cero”) y unos
niveles más elevados (en comparación) de glucagón (otra hormona), el organismo cree
encontrarse ante una situación de ayuno a corto o medio plazo. Ello hace que el
hígado al leer los niveles de insulina y glucagón active la cetogénesis y la
gluconeogénesis (a pesar de encontrarnos en una situación de hiperglucemia en
sangre, el hígado produce más glucosa aún). Además, se utilizan los ácidos
grasos para formar cuerpos cetónicos para poder alimentar al cerebro. El cerebro,
no utiliza estos cuerpos cetónicos porque hay glucosa en sangre, con lo cual
estos se acumulan, disminuye mucho el pH de la sangre y el individuo entra en
coma (“el cerebro se desconecta del resto del cuerpo”) à se le ha de inyectar insulina
(2) El coma hipoglucémico se da cuando el organismo entra en
un ayuno extremo (de golpe) debido a una hiperinsulinemia previa que ha acabado
con toda la glucosa del organismo y éste no ha tenido tiempo de responder. El
cerebro se queda sin “combustible” y se entra en coma à ¡Se le ha de inyectar glucosa!
Por tanto, cuando seáis testigo de un desmayo de una persona diabética no le inyectéis insulina sin comprobar previamente si su desmayo es debido a una falta de glucosa o a un exceso de insulina.
Por tanto, cuando seáis testigo de un desmayo de una persona diabética no le inyectéis insulina sin comprobar previamente si su desmayo es debido a una falta de glucosa o a un exceso de insulina.