Dentro del grupo "reptilomorfo" incluímos especies extintas (fósiles) tales como los dinosaurios y especies actuales tales como los cocodrilos o las tortugas. Para llegar a hablar de los reptiles actuales y diversos dinosaurios con una cierta retrospección primero debemos comprender a grandes rasgos los grupos que se incluyen dentro de este gran clado de los reptilomorfos. Principalmente nos tenemos que centrar en los grupos basales que acabaron dando lugar a la diversidad terrestre actual.
La clasificación de los reptilomorfos es la siguiente: Hay dos tipos de reptilomorfos los saurópsidos y los sinápsidos. Dentro de los saurópsidos encontramos los anápsidos y los diápsidos.
De izquierda a derecha: Anápsido, diápsido y sinápsido
Dicho de otro modo, nosotros diferenciamos tres tipos de reptilomorfos según el número y la ubicación de las ventanas o fenestras temporales.
- Anápsidos. Los anápsidos no presentan ninguna fenestra, al observar un cráneo de anápsido únicamente veremos una cavidad que será la correspondiente a la de la órbita ocular. Es el cráneo que guarda una mayor semejanza con el cráneo primitivo.
- Diápsidos. Estos presentan primitivamente dos fenestras cuya ubicación varía según el grupo. Posteriormente algunos grupos perderán una fenestra y pasarán a estar dotados con una sola cavidad totalmente separada de la órbita.
- Sinápsidos. Presentan una fenestra. El orificio se encuentra detrás de cada órbita y en algunos casos se encuentra fusionado con éstas.
¿Qué tiene de importante la clasificación según las fenestras temporales? La existencia de una cavidad en el cráneo permite una mayor y mejor inserción de la musculatura masticadora y por este motivo la potencia mandibular del animal dependerá de la presencia o no de fenestras temporales así como de su forma y ubicación estableciendo así las grandes diferencias y características representativas de cada grupo.
Pasemos a mirar cada grupo detalladamente.
Los anápsidos dieron lugar a una serie de grupos fósiles y a un único grupo con representantes actuales: los testudines cuya evolución dió lugar a las tortugas.
Los diápsidos dan lugar a cuatro grupos: dos fósiles (ictiosaurios (imagen superior) y plesiosaurios) y dos con representantes en la actualidad (lepidosaurios y arcosaurios). A pesar de lo extraño que nos puedan resultar los nombres de estos grupos si miramos los animales que deben estar englobados bajo ese paraguas encontramos muchos a los que podemos poner "cara". Serpientes (ofidios), lagartijas (saurios), tuátaras (esfenodontes) y anfisbénidos se encuentran dentro del grupo de los lediposaurios y aves y cocodrilos se encuentran dentro de los arcosaurios.
Hablemos un poco más de los arcosaurios.
Se cree que la aparición de plumas en las extremidades superiores fue seleccionado a favor debido a que la existencia de estas alas rudimentarias permitió un mejor mantenimiento del equilibrio durante la marcha rápida, mejorando así, como ya hemos dicho, la agilidad de estos especímenes. Así pues, en principio las alas no servían para volar. Ahora comprendemos pues por qué las aves más primitivas como el avestruz son aves marchadoras y no voladoras.
No hay que confundir la rama de los terópodos que dieron lugar a las aves con la de los pterosaurios. Quizá sea fácil la confusión debido a que cuando nos imaginamos un ave y un pterodactilo los imaginamos volando pero, que ambos tengan la capacidad de volar no significa que unos sean los antecesores de los otros. En este caso se trata de una convergencia evolutiva. Podemos apreciar este hecho al comparar la estructura ósea de las extremidades superiores de diversos individuos.
En la siguiente imagen podemos observar que la forma del "ala" no parece seguir una gradación de más "simple" a más "compleja". Es más, las estructuras representadas no tienen nada que ver las unas con las otras.
En el ave (evolución de un terópodo (diápsido)), los dedos y los metacarpianos se fusionan para formar el ala, siendo los dedos fusionados el punto de inserción de las plumas.
En el murciélago (mamífero (evolución de un sinápsido)) el ala se forma por la unión de los dedos mediante un tegumento (petangio) pero los dedos de la mano no se fusionan entre sí. Es más, los murciélagos tienen un dedo libre.
En el pterodáctilo (diápsido) el ala se forma también gracias al desarrollo de un tegumento, pero en este caso, el tegumento sólo está sujeto a un dedo, quedando los otros tres libres.
Vistos ya los grupos basales, ahora podríamos interpretar un árbol filogenético sencillo como éste:
En esta imagen, el color azul oscuro representa el clado más antiguo, el que divergió antes, y es el correspondiente al de los peces. Podemos afirmar esto porque después de la bifurcación que marca el inicio del esquema, los peces (el color azul) son el grupo que aparece sin dar lugar a ninguna otra bifurcación más de otro color. Siguiendo esta línea, vemos que al surgimiento de los peces acompaña, más tarde, el surgimiento de los anfibios (aquí representados por la rana), luego los reptiles (en púrpura) y finalmente los mamíferos representados en verde. Dentro de cada clado también podemos discernir la "antigüedad" de cada rama. Por ejemplo, en el clado de los reptiles el representante más primitivo es la tortuga (la rama que da lugar a la tortuga) seguida por el cocodrilo. Pero... Aún podemos obtener más información de este diagrama: podemos observar que de los reptiles surgió un nuevo grupo, representado en rojo, que son las aves.
Para finalizar con esta primera entrada quisiera añadir que a pesar de ver los cambios en la diversidad terrestre como una concatenación lógica de sucesos e individuos hay que tener muy en cuenta que las especies predominantes han estado y están sujetas a presiones que las han hecho y las harán cambiar ya sea lentamente (fenómenos de competencia y adaptación) o de forma drástica debido a grandes cambios climáticos o geológicos, cuellos de botella, depredación excesiva, epidemias... etc. que provocaban, provocan y provocarán grandes extinciones. No por ello debemos asumir que hay una lógica o una selección a favor únicamente de los mejores y más adaptados ya que el azar tiene un papel muy importante en el surgimiento y expansión de las especies, porque al igual que después de un incendio la primera hierba que está en el lugar adecuado y en el momento adecuado y cuya velocidad de crecimiento destaca sobre la de las demás es la que más probabilidades tiene de acabar tapizando todo el terreno no ocupado; la especie con más suerte (lugar adecuado, momento adecuado y mutaciones adecuadas que la hacen ser la más adaptada para las nuevas condiciones establecidas) es la que ocupará alguno de los nichos ecológicos que han quedado libres después de un perecimiento masivo.
Creo que es importante para el ser humano mantener y controlar estos procesos abogando por el mantenimiento de la diversidad actual y controlando las mutaciones deletéreas y la superpoblación humana para no agotar "todos" los recursos naturales. Debemos controlar estos procesos (insisto) ya que nosotros somos los más adaptados, y por ello los predominantes en las condiciones actuales. Si seguimos provocando el cambio en los componentes de la diversidad que nos han permitido vivir "en paz y armonía" lógicamente perderemos nuestra posición y, obviamente, la nueva posición será peor. Peor para nosotros, no para el resto ya que en conjunto, todo se puede ver como un continuo. En conjunto todo es constante. Todo sigue el lema "la materia no se crea ni se destruye sólo se transforma". Juguemos de forma en que no actuemos como un catalizador que acelera una reacción bioquímica que lleva el nombre de VI gran extinción.
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